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miércoles, 12 de octubre de 2011

"El árbol de la vida" de Terrence Malick (2011).-PARTE III: Símbolos y temas de la Cábala judeo - cristiana (continuación)


3.7.- El retorno a la infancia

Reencuentro de Jack con su infancia
La existencia no es más que el recorrido o viaje alrededor del "misterio" del que todo surge y al que todo ha de retornar, y que va revelándose en el "rito" del despertar al "conocimiento".

Para rescatar o revivir este objeto precioso o tesoro es preciso traspasar la letra muerta, colocarse detrás del espejo. Entresaco los siguientes párrafos de “Cábala y poesía”, libro de Elisa Martín Ortega, que nos ilustran sobre este punto: “La infancia es ese territorio previo al lenguaje (aunque pronto conviva con él).... Es la experiencia muda....., la percepción del mundo sin palabras, el instante inicial en que todo era asombro y sentimiento, tanto en la biografía humana como en su relación con Dios: en el inicio de la historia.

La infancia: el territorio previo al lenguaje. El libro aún no escrito
Nuestra intuición apunta a que en la niñez anidan las respuestas imposibles, los más recónditos saberes...... La imaginación creadora ocupa un lugar central en el concepto tradicional de la experiencia: sólo a través de ella es posible acercarse a esa “experiencia originaria” que inspira al intérprete de su propia vida y del mundo, y que le permite poner en comunicación lo subjetivo y lo objetivo, lo interno y lo externo. Las historias, imágenes y recuerdos de la infancia poseen un potencial connotativo especialmente fecundo, precisamente porque actúan como puente entre la realidad presente y su origen remoto. Constituyen el corazón de la experiencia humana..... La infancia es el pozo del que bebe la imaginación, aquel que da profundidad a la experiencia.

La interpretación cabalística constituye, de este modo, una re-apropiación de la infancia; por ello hunde sus raíces en la experiencia y conforma una biografía. El intérprete explora su propia entrada en la historia, el momento en que accede al lenguaje, y esta imagen es para él análoga al límite que le separa de la Divinidad y al que trata de acercarse a través del texto, sirviéndose de su madurez y su experiencia; límite que es al mismo tiempo infinitud, muerte y origen:infancia...

Asimismo, la niñez, como silencio, es el territorio de lo inefable. Y se trata de un silencio que prepara al hombre a la palabra: un lugar de paso misterioso y necesario, cuya potencialidad nunca desaparece (al igual que sucedía con la nada). Los cabalistas mantienen con el lenguaje y los textos (a través de los que se considera que éste “habla”) una relación irreverente: de juego. Descomponen las palabras como hacen los niños que empiezan a hablar.... Devuelven al lenguaje a un estado de balbuceo...... La salida de la pura lengua edénica y el ingreso en el balbuceo de la infancia (cuando el niño, según dicen los lingüistas,forma los fonemas de todas las lenguas del mundo), es el origen trascendental de la historia. En este sentido, experimentar significa necesariamente volver a acceder a la infancia como patria trascendental de la historia......

En la infancia anida un secreto que, en la experiencia, es lo que más se asemeja al misterio de lo divino. La vida prenatal sería,de este modo, el territorio vedado por excelencia: inaccesible a la memoria, pero siempre intuido, forma de una intimidad pasada en la que el sujeto se disuelve y encuentra un placentero origen. Los cabalistas, en su empeño por crear métodos hermenéuticos para acercarse a la Divinidad respetando su secreto, idean modos de interpretación de las historias de su infancia.”

En relación con esto, toda la película de Malick no es sino una inmersión del Jack adulto a través de la memoria y de los sueños, en el mundo de su infancia, ese lugar prístino, más cerca del origen, con sus símbolos, mitos, miedos, preguntas, etc, para descubrir allí las respuestas que busca, para reencontrarse con la imaginación, con el asombro, con lo inefable, con todo aquello que aprendió a través de sus seres queridos. En su juventud sólo le interesaba su trabajo y, dándose golpes contra un muro, atrapado en las redes del codicioso mundo, donde perdió el rumbo, olvidó al niño que era. El reencuentro con ese niño interior supone traspasar la puerta que le lleva a una dimensión distinta, a un estado de conciencia diferente, “trepar al árbol” e, hincándose de rodillas, con reverencia y respeto por la Gloria y el misterio de la Creación Divina, cuya belleza nos envuelve y cuya chispa nos ilumina, abrazar la fe y celebrar la vida. 



3.8.- El Huerto sagrado




El Huerto es una dimensión de realidad diferente e inaccesible por los sentidos habituales del oído, el tacto y la vista. El Edén superior (el Pardes) de la tradición cabalística, no es un lugar físico, sino un estado de conciencia místico. El huerto del Edén es el huerto de la conciencia, que mora en lo eterno. Corresponde al segundo Sephirah.

El huerto edénico tiene su reflejo en el huerto de la familia O'Brien, donde también es plantado un árbol de la vida terreno. Cada mundo tiene su propio árbol.




Los dos personajes más “oscuros” de la familia, Jack y su padre, cuidan del huerto (no olvidemos que caín era agricultor mientras que Abel era ganadero) y éste representa sus conciencias. Jack recibe instrucciones y prohibiciones del padre, que van dando forma a su propio huerto interior (las malas hierbas hay que “arrancarlas de raíz”). Ambos pecan, pero arrepentidos, juntos y reconciliados, quitan las hojas que han quedado dañadas y podridas por la plaga del pecado, iniciando un proceso de renovación y purificación.


3.9.- La espiral y la serpiente




para la mayor parte de las tradiciones antiguas, las espirales son el símbolo de la creación y evolución de todo el Universo. Este podría describirse de forma esquemática como conjuntos espiralados que van generando los mundos y sus ciclos de nacimiento y muerte, de evolución o involución, según las distintas variantes en las múltiples combinaciones de la existencia. Es decir, el progreso no sigue una línea recta de ascensión, sino que, como decía Goethe, es una espiral con los ritmos de progreso y retroceso, de evolución y disolución.


Hay muchos elementos en la naturaleza que tienen la forma espiral: conchas, tornados, etc. Siempre que en el Universo hay un movimiento de expansión o contracción, se produce una espiral, lo que nos recuerda la famosa frase de Pitágoras: "Dios, cuando crea, geometriza".


Destrucción de los dinosaurios. Impacto con movimiento espiral

El conocimiento bien se podría representar como un recorrido en forma de espiral, gracias al cual aspiramos a alcanzar la comprensión del mundo. En relación con esto está la serpiente, ya que algunos cabalistas comparan el camino de Iniciación con las espirales de la Serpiente de Sabiduría en el Árbol (a diferencia del camino de la Iluminación, que no es sinuoso, sino que se compara con una flecha que va directa por el pilar intermedio, el del equilibrio, lanzada por el Arco de la promesa)




También la serpiente, al cambiar de piel, simboliza el renacimiento y la renovación. “Y partieron en busca de Ka, la pitón de la roca. La encontraron sobre un saliente cálido, tumbada al sol de la tarde, admirando su hermosa piel nueva” –narra la madre-. 
 

3.10.- El universo geométrico. Arquitectura y Música. Dios, el Gran Arquitecto




Según la sabiduría herméti co-cabalístico cristiana, el universo es armónico y sigue el orden y la proporción de la Ciencia Sagrada del Número y de la Geometría, que ha inspirado la arquitectura con la que se han edificado templos primero y luego palacios y jardines.


Como consecuencia, a Dios se le ha concebido como el Gran Arquitecto del Universo. No es casual, por tanto, que Jack, nuestro protagonista, también sea arquitecto. Dios construye y el hombre, como emanación divina, también es capaz de crear cosas. Así en la película se alternan imágenes de las obras naturales de Dios, con la geometría de las construcciones humanas, que, aunque por un lado parecen cárceles, por otro también son magníficas, brillantes y esplendorosas. Esos enormes rascacielos de hierro y cristal, el palacio de justicia, con su cúpula espiral, la fábrica etc, también reflejan la majestad divina.




Con la música pasa otro tanto. Ya Pitágoras descubrió que existe un orden inherente y una organización numérica en la naturaleza del sonido. Él sostenía que los planetas, al describir sus órbitas, emitían unos sonidos, las notas musicales que creaban lo que él llamó la armonía de las esferas. Por eso tampoco es de extrañar, por la misma razón, que el padre de Jack sea músico, frustrado, pero músico y el hermano también. La música de la película sugiere esa armonía de las esferas.





3.11.- Los colores


En la cábala, cada sephirah se corresponde con un número, con un color, con diferentes nombres de Dios y con otros símbolos. Pero no voy a entrar en este tema del color, porque ya este comentario se está haciendo excesivamente largo.

Sólo quiero hacer referencia a los colores de las vestiduras de Cristo que se ve en las vidrieras y su significado. Son dos los colores fundamentales atribuidos al ropaje del Maestro: el blanco por debajo y el rojo o púrpura por encima, la luz adentro y la carne fuera.. Y la gnosis que propone la cábala es un camino de alquimia interior para transformar la luz del rojo carnal en blanco espiritual. Lo cual no significa igualarse a Jesús, pero sí entrever esa experiencia tabórica de Transfiguración, la voluntad iluminada por el conocimiento. Los ejercicios cabalísticos que transforman el rojo en blanco comunican lo eterno con el tiempo, aquello que permanece con aquello que pasa.

Tambièn en las velas que aparecen tienen significación los colores: la vela azul nos habla del cielo; las blancas del espíritu.


3.12.- La Gracia


La muerte es el retorno a la Gracia Divina

Según la Cábala, como hemos visto antes, el ser humano posee la Divina Gracia, única en la Creación, de participar en todos los mundos, ya que tuvo su origen en el Adam Kadmon manifestación increada y arquetípica, y llega hasta este Mundo de la Acción, y desde éste, el más denso nivel de la creación, puede recomenzar nuevamente el camino de regreso, y, lo más importante, puede ayudar a que toda la creación desplegada evolucione para nuevamente plegarse y unirse a la Divinidad. El ser humano posee todas las potencialidades inherentes a la Creación, e incluso aquellas que sólo son parte de la Divinidad misma. Con esto la Cábala sostiene que el ser humano está llamado a ser un colaborador de la Divinidad para que la Creación manifestada vuelva a su origen inmanifestado.

Por otro lado, la Cábala considera que en el Bien hay dos propiedades esenciales inherentes: Verdad y Gracia. La Gracia es el camino de la inspiración, pero la bondad es necesaria para su realización. Es decir, los actos de benevolencia son los que llevan a cabo la integración.


3.13.- El Pozo


¡Ven, sube!, -imaginamos que dice el ángel guía


La Cábala se concibe como el “pozo” de todas las tradiciones místicas judías que se fueron acumulando desde antes de Cristo y que llegaron a reinterpretar las Escrituras de muy variadas formas.

La Cábala se considera una disciplina objetiva. Por lo tanto rechaza todo lo literal, subjetivo y dogmático, lo cual es simbolizado en la “gran piedra” que tiene que ser retirada para poder “beber” la esencia de la Enseñanza que el “pozo” contiene en forma de “agua”. Una costumbre milenaria de la Escuela de Pensamiento Objetivo es quitar ese obstáculo voluminoso y pesado, esa “gran piedra, “beber” y volver a poner la piedra en su lugar, que es la única manera de mantener el ”agua viva y pura”, libre de contaminación subjetiva.

El padre de Jack hace una referencia velada a esto cuando dice: “Eso es subjetivo. Quiere decir que proviene de tu cabeza y nadie lo puede demostrar.” 

Para poder subir por la escala de luz del árbol de la vida, primero hay que bajar al “pozo” de la sabiduría.

El pozo también representa otras muchas cosas. Es un símbolo complejo, pero no me voy a extender tampoco.

Al asomarse al pozo se percibe allí , a una distancia de abismo, en un círculo estrecho, el mundo inmenso...También es como un tumba. Jack y sus hermanos se asoman a un pozo después de ser enterrado el amigo que se ahogó.



3.14.- Saturno



Aparece en la película en las imágenes sobre la creación divina. Claramente identificable por sus anillos. 

Los cabalistas antiguos decían que la creación iba desde el cielo estrellado que contiene a los siete planetas del ámbito celeste, desde Saturno a la Luna y de aquí al mundo terrestre y elemental que, por los círculos del agua y de la tierra da lugar a los reinos animal, vegetal y mineral, bajo la simbólica emblemática correspondiente a cada figura, en toda la variedad de los mismos, en correspondencia con las artes y ciencias que los estudian.

Saturno no es meramente el amargo segador, el que pone a prueba, la carga vital que debe ser llevada pacientemente sobre los hombros. También representa equilibrio y estabilidad. Saturno garantiza la aplicación de la ley en el cosmos, dándonos a cada uno exactamente lo que merecemos, por lo cual no tiene muy buena reputación entre los astrólogos. 

Saturno es Cronos también, el Tiempo Vivo y siempre presente, que devorando a sus hijos, la creación entera, la regenera perennemente y hace posible que los seres manifestados regresen a su inmanifestada morada eterna.


3.15.- Los Velos

La película está llena de velos, manteles, cortinas, enaguas y visillos blancos. Son elementos que le permiten a Malick acrecentar la sensación etérea, aérea, de vuelo y elevación, de espiritualidad, que quiere manifestar.

Se pueden considerar en ella varios tipos de velos: los velos de Dios, los velos del deseo, y los velos del nacimiento y de muert.

- Los velos de Dios: según explican los cabalistas, el “no manifestado”, el Inefable, está velado, es decir: está separado por tres velos de nuestro universo. Detrás de los velos, la energía fluye constantemente hasta nosotros a través de la corona.

El Iniciado en la cábala, usando el Esquema del Árbol de la Vida, irá, poco a poco, ascendiendo a los diversos Planos de Conciencia (simbolizados por las Esferas) a través del Camino del Medio (o Pilar Central) que lo conducirá a la presencia de su "Dios Interno" (ya sea "Jesús" u otro). A medida que este trabajo es realizado por el Aspirante, los Reinos de los Elementos, uno a uno, son conquistados. La apertura del "rasgar" el Velo de Paroketh (es el velo que separaba la cámara que contenía el Arca de la Alianza en el templo de Jerusalén) es el último obstáculo para la destrucción parcial de ego mundano. Esta destrucción, un "sacrificio" al Yo Superior, es conocida como la Muerte Mística: "Padre, en Tus Brazos entrego mi Alma". El Alma es una luz velada también por la envoltura de la imagen.

- Los velos del deseo: están representados por las enaguas, saltos de cama, camisones, etc, que visten tanto la madre como la vecina, a la que desea Jack, por lo que se introduce en su casa y roba uno, acto que luego le avergüenza.


- El velo del nacimiento. Es el que nos separa del Origen.

Los velos del nacimiento de Jack
- El velo de la muerte: simboliza tanto la mortaja, que permite recatar la imagen del fallecido, como el paso a una nueva dimensión que lo desprende de la materia.

El velo de la muerte de R.L, de la que es mensajera un ángel.


3.16.- La Sombra Sagrada




Ya vimos que todo lo que surge del Inefable pasa en su sombra y que la sombra es de donde fluyen los mundos.


La Sombra sagrada es una forma que tiene la Luz de coquetear o jugar con nosotros para que la desvelemos. Nos invita así a llegar hasta ella, para que nosotros demos el paso y mostremos que verdaderamente queremos encontrarla. En la imagen vemos a Jack jugar con su sombra.


También el significado de la palabra “Sombra” nos viene representado en la parte del hombre que se opone a la luz, por lo que de manera tradicional ha significado o simbolizado la manifestación de una segunda naturaleza de los seres y cosas, relacionándose con el alma (de ahí que quien vende su alma al diablo pierde su sombra). La ausencia de sombra simboliza por otra parte la purificación del cuerpo que se hace abierto y permeable a la luz (es decir la perdida de la existencia material).



3.17.- La Muerte




















Éste es un tema del que se podría hablar largo y tendido. Pero sólo lo voy a plantear someramente.

La muerte parece explicarse simplemente como el regreso al punto original de partida. La existencia es sólo un lugar de tránsito y aprendizaje que nos lleva de vuelta hacia la Luz de la que somos origen. Aunque claro, la muerte también es un terrible abismo, simbolizado en la imagen del pozo. 

El niño ahogado

En principio la muerte también se ve como un mal, sobre todo cuando se trata de un niño, como es el caso del ahogado. Pero luego, la fe y la esperanza lo transforman todo y sólo se presenta como un proceso más dentro de nuestro sendero de transformación, el último velo que se rasga. 

Una de las cosas más típicas cuando alguien cercano muere es arrepentirnos de algo que no hayamos hecho o no le hayamos dicho. Así ocurre con el padre al saber la muerte de su hijo: “No tuve la oportunidad de pedirle perdón. Una noche, se golpeó en la cara sin razón alguna. Estaba sentado conmigo al piano y critiqué su forma de pasar las partituras. Se sintió avergonzado, por mi culpa. ¡Pobre, pobre hijo, pobre hijo!”
 
¡Pobre, pobre hijo, pobre hijo!

Jack, cuando hablan de la muerte de su madre, la imagina como Blancanieves (ya dije que tenía algo de personaje Disney), que queda como muerta al ser envenenada por la manzana de la bruja. Los siete enanitos la colocan en una urna de cristal, en medio del bosque, porque es tan bella que no soportan la idea de enterrarla. Quizá Jack sueñe con ser el príncipe que la rescate de la muerte.


La madre Blancanieves

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